Papá es un "cerdo" y es algo que me llena de orgullo poder admitirlo públicamente, para que me entiendan pueden leer primero este cuento:
Un cerdo y una gallina se encuentran en la calle. La gallina mira al cerdo y dice, “Hey, ¿por qué no abrimos un restaurante?” El cerdo mira a la gallina y le dice, “Buena idea, ¿cómo se llamaría el restaurante?” La gallina piensa un poco y contesta, “¿Por qué no lo llamamos “Huevos con jamón?” “Lo siento pero no”, dice el cerdo, “Yo estaría comprometido pero tú solamente estarías involucrada”.
Papá es un "cerdo" porque está comprometido 100% con su paternidad y la disfruta al máximo, no se involucra sino que literalmente deja lo suyo a un lado por nuestra pequeña y lo hace con el mayor de los gustos.
Para mi que no tuve papá (falleció estando yo muy pequeña) es muy gratificante ver que el Padre de mi hija está tan pendiente de ella, le celebra, la cuida, la besa, la corrige con amor, le enseña cosas y comparte de su poco tiempo libre lo más que puede - bueno la verdad ella no lo deja ni ir al baño - y por supuesto él tiene la mejor de las recompensas: le coge la cara con sus manitas le da un besito y le dice "Papi ti aaamoooo" con una ternura insuperable - a él se le llena el corazón de nueva energía.
Lo que digo no es para adular a mi esposo, lo digo para que los Padres que lean esto lo tomen como un consejo disfruten de sus hijos mientras puedan porque cuando están pequeños los Papis son los héroes, son el mundo para sus hijos y si dejan pasar estos momentos es posible que ya nunca los puedan recuperar.